LA NOCHE EN QUE HARRY FUE CONCEBIDO
CAPÍTULO 1
Eran pasadas las once de la noche en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Todos las almas dormían en aquel castillo. O casi.
Ese día, la casa había estado de fiesta. A pesar de los tiempos difíciles que corrían, la celebración de Halloween había estado suntuosa. A eso de las diez y media de la noche todos, maestros, estudiantes, elfos y demases se habían ido a dormir. Una poción en el ponche... una simple poción para dormir. Polvo de raíces de asfódelo, en unas pocas cucharadas de una infusión concentrada de ajenjo. Sólo un poco de polvo. No querían matar a todo el castillo, sino simplemente asegurarse una velada sin intromisiones. Esta sería su última noche de brujas en el castillo y, siendo brujos, debían celebrarlo como correspondía...
Unas negras nubes avanzaban desde las montañas, oscureciendo aun más los solitarios corredores. Un viento recio soplaba, anunciando secretos que solo él conocía. Lo mejor debía juntarse esa noche. Eso, y el PODER. Esa era la formula. Había sido escrita desde la fundación del colegio.
En algún lugar de la casa de Gryffindor, unos murmullos ignorantes de lo que realmente se tejería esa noche podrían haber sorprendido al oído entrenado. Pasos descalzos. Risas ahogadas. Cuatro siluetas avanzaban en punta de pies, ocultos por una capa de invisibilidad.
-¡Shhhhh! -murmuró Remus Lupin-. Dejen de reírse tan alto, o nos descubrirán.
-¡Oh cálmate Lunático! -continuó riendo Sirius, mientras se llevaba una botella de cerveza a la boca-. Estos no se despertarán con nada.
-¡Salud por eso, manada! -gritó James alzando una botella de vino blanco-. ¡Hips! Me salió verso.
Sirius y James estallaron en una franca carcajada, coreados por Peter que se les había unido mientras comía calabazas fritas, mientras volvían a brindar. Remus los miró preocupado. Si no se callaban terminarían arruinando todo.
-Cállense un rato, al menos hasta que lleguemos a la torre -insistió Remus- . ¿No querrán acabar con una detención, no?
-Entre 76 y 77 detenciones... ¿o eran 78? ... ¿Qué más da? -objetó James encogiéndose de hombros-. A mi, francamente, me da lo mismo. Ya estamos inmunes. ¿No es cierto Canuto? ¡¡DUROS!!
Sirius lo coreó, y ambos volvieron a brindar. Remus frunció el ceño, y Peter lo miró con impotencia.
-Pues a mi si me importa -se quejó Remus con expresión triste. Odiaba que le llamaran la atención. Siempre temía que si causaba muchos problemas lo terminaran echando. Ya bastante era con los que ya causaba una vez al mes desde que lo habían admitido...
Los tres amigos lo miraron y se entristecieron. James le pasó una mano por el hombro.
-No te preocupes Remus. Por ti guardaremos un respetuoso silencio, velando por el sueño de todos nuestros maestros y camaradas...
-... en la desgracia -añadió Sirius con expresión solemne. Tanto él como James rompieron a reír, pero muy bajito.
-Bueno, yo creo que sería mejor que fuéramos de una vez a buscar a las chicas -los interrumpió Peter mientras los empujaba para que avanzaran en dirección a los dormitorios de las chicas.
-Mhhhhhhhh -murmuró Sirius riendo mientras el daba codazos en las costillas-. Colita está ansioso de sacar a su Martita de la camita.
-¡Mhhhhhhhh! -lo corearon Remus y James.
-¿Y acaso tú no James? -se defendió el aludido, haciéndose el ofendido.
-Bueno... será mejor que las vayamos a buscar de una buena vez. A ver si llegamos a la torre de astronomía antes de que amanezca... -comenzó Remus, pero fue interrumpido por Black.
- A Moony le gustaría mucho ir a sacar de la cama a cierta morenaza que adorna la casa de Slytherin -añadió Sirius burlón. Fue el turno de Peter y James de corear el ¡mhhhhh! que en ese momento se imponía. El joven hombre lobo se puso colorado.
-¡Oh cállense! -les dijo, y se puso a empujar para presionarlos a que avanzaran.
-Igual podríamos ir a buscarla... -propuso James-. Total: tengo el mapa por si alguien viene, y conocemos aquel pasadizo para entrar sin contraseña...
-Mucha complicación. Alguien podría vernos -dijo Peter-. ¿Por qué mejor no nos quedamos entre amigos? ¡Sólo nosotros seis! Los de siempre...
-Andaaaaaaaa, Colita -lo molestó James-. No te vengas a poner cobarde ahora.
-¿Por qué no nos movemos? -insistió Remus-. De ahí decidimos si vamos a buscar a Zazá. Las chicas nos deben estar esperando.
-¡Ya, oh! Pero que apuro... -dijo Sirius.
-Si. Cualquiera diría que es la primera vez que estas inocentes palomas salen a vagar... -añadió James.
Sin embargo, ambos se pusieron a caminar junto con Peter y Remus.
El oído entrenado podría haber notado que las risas ahogadas y los pasos descalzos subían la escalera del dormitorio de las chicas, y se detenían frente a la puerta con una placa en la que se leía: "7º AÑO".
.
-Despierta, preciosura... -murmuró James al oído de Lily Evans-. ¡Mghghmmmghgh!
Lily Evans, que se encontraba perfectamente despierta (y fingiendo dormir), había esperado que la cara de su novio se encontrara cerca de la de ella para agarrarle la cabeza con las dos manos y besarlo apasionadamente. Sin dejarlo respirar.
-¡Shhhhhh! Lily... -le dijo Marta desde la cama del lado-. ¡No seas escandalosa que vas a despertar a las demás!
-Que va... a estas marmotas no las van a despertar ni a cañonazos -dijo Sirius apuntando a las demás chicas que dormían en el dormitorio-. Yo vi como tomaban ponche. Me sorprendería que mañana se acordaran siquiera de sus nombres.
-Como si a alguien le importaran sus nombres -se rió Remus encogiéndose de hombros.
-No sean crueles... -dijo Lily que a ese paso ya había liberado a su novio-. Mejor vámonos. Tengo una sed... -agregó levantándose y poniéndose la capa por encima de los hombros.
-Déjeme que te ayude -le dijo James galantemente.
-Y que deje el nudo blandito, para que no me cueste sacártela más tarde -murmuró Peter al oído de su amigo imitando su voz. Logró que James le mandara un combo en plena cara, y que Marta gritara al verlos.
-¡Paren el escándalo! -dijeron Remus y Sirius, a coro.
-Mejor nos vamos... -murmuró Lily mientras miraba de reojo a Peter y a James.
Marta tomó también su capa, y los seis salieron calladamente del dormitorio. El leve crujido de la puerta al cerrarse fue ahogado por un sonoro ronquido.
-¡No cabemos bajo esta capa! -se quejó Marta.
-Deja de quejarte -le respondió Lily.
-¡Hay! ¿Quién me pisó el pie? -preguntó Peter.
-Shhhhhhhh -dijeron las voces de Sirius y Remus. ..
-Sigan caminando, no hay moros en la costa -agregó James desde la retaguardia, mirando el mapa. Luego lo guardó. El castillo parecía vacío en ese sector. Esa noche estaban todos durmiendo. Esa noche no necesitarían el mapa.
Pero no se fijó en un puntito que se movía lejos, en las mazmorras...
Los seis caminaban bajo la capa de invisibilidad de James Potter, cubriéndose con ella lo mejor que podían. Sin embargo, sus pies no alcanzaban a ser cubiertos. Para un observador advertido, la imagen hubiera sido jocosa. Pero a un caminante despistado podría fácilmente haberle causado un buen susto.
-¿Por qué tenían que tener solo ponche? -se quejaba Severus Snape mientras caminaba lo más silenciosamente posible por un corredor de las mazmorras, alejándose de su sala común.
Estaba sediento. Se había bebido todo el agua del jarro de su sala común, sin lograr calmar su ansiedad. No tenía sed de agüita. Tenía sed de algo rico. Algo como vino. O jugo de calabaza. O, por lo menos, leche. ¡Cualquier cosa! Una cerveza de mantequilla hubiera sido una maravilla.
Caminó sigilosamente rumbo a las cocinas, tratando de ocultarse completamente dentro de su negra capa con el escudo de Slytherin. Sabía que ahí obtendría lo que necesitaba. ¡Se había pasado toda la fiesta maldiciendo porque no había nada más que ese estúpido ponche! Como odiaba el ponche...
Al terminar de subir la escalera que desembocaba en el vestíbulo, escuchó unos murmullos provenientes de este. Se pegó contra el muro, y subió algunos peldaños, los suficientes para mirar lo que ocurría sin se visto.
Lo que vio lo dejó atónito unos segundos. ¿Seis pares de pies? ¿Murmullos? De pronto dos de los propietarios de aquellos pies lanzaron una carcajada. Reconoció las voces. Potter y Black. Dos de los otros debían ser, por lógica, Pettigrew y ese maldito hombre lobo. ¿Y de quienes serían los otros pares de pies? Fue entonces que escuchó un femenino "¡Ya, cállense!" y otro femenino "Si, cállense. O por su culpa nos van a descubrir". Eran Evans y Martin, debió sospecharlo. ¿A dónde irían? Se fijó, y maldijo su suerte. También parecían dirigirse a la cocina...
-¡Guau! Toda para nosotros... -se rió Marta mientras entraba a la desierta cocina.
-¿Sorprendidas chicas? -se rió Sirius mientras se acercaba a una puerta trampa que había en el suelo, en una esquina cocina-. Para que vean lo que se perdieron todos esos años... Bueno -agregó abriendo la puerta trampa y bajando por una escalera-, yo voy y vuelvo. No se vayan a ir sin mi...
-Yo ya conocía -murmuró orgullosa Lily mientras abría uno de los baúles nevera y sacaba un pastelito de chocolate.
-Ja. Este Sirius... Directo al trago. ¡Tiene un olfato de sabueso! -se rió Remus mientras sacaba unas galletas de un armario despensa.
-Ese sabueso no se está guiando por el olfato -se rió James mientras aceptaba un pastelito que le tendía su novia-. Ese sabueso se guía por la experiencia. Años viniendo a aprovisionarse, bajo los efectos de la terrible sed.
-Ojalá y traiga bastante -dijo Peter-. Mejor voy y me aseguro. ¿Vienes Martita?
Ambos bajaron detrás de Sirius, mientras Lily, James y Remus juntaban algunos picoteos.
-Para no quedar botados de curados -había dicho Lily riendo.
-¿Por qué se demorarán tanto? -se lamentaba Snape, oculto cerca de la entrada de la cocina.
Hacía media hora que estaba esperando que aquel sexteto abandonara la cocina, para poder él mismo ir a buscar algo para su sed. No podía entrar mientras estuvieran adentro. Solo esperaba que nadie los descubriera. No era que le preocupara que pudieran castigarlos, muy al contrario. Lo que le preocupaba era que, si eran descubiertos, él mismo ya no podría entrar a la cocina y debería escabullirse para volver a su sala común. Entremedio de los adultos o los elfos alertados. Y más encima con las manos vacías. Y él, para su gran pesar, no tenía una capa invisible bajo la cual ocultarse.
De pronto los vio salir. Ahora se veían algo más que sus pies. De hecho, seis pares de piernas avanzaban torpemente. Aparentemente, cargaban bastantes cosas. Desde su escondite (sala con la puerta entreabierta) vio como pasaron frente a él, en medio de murmullos alegres y entusiastas. Parecía que preparaban una fiesta o algo así. Dudó por unos segundos. La Curiosidad siempre había sido uno de sus defectos, acompañada por la virtud de un sexto sentido. Miró el bodegón que ocultaba la puerta de la cocina, y luego el grupo que se alejaba rumbo al vestíbulo. Y dudó.
Finalmente la curiosidad venció, y disimuladamente comenzó a seguirlos.
Fue una suerte para él que el portador del mapa del merodeador se encontrara en un avanzado estado de ebriedad. Si el dichoso mapa no hubiese quedado olvidado en un bolsillo, probablemente no habrían tardado nada en descubrirlo.
La torre de astronomía se encontraba, como lo habían presumido, desierta. El cielo estaba negro de nubes, y un viento tibio y con olor a mar les revolvió las túnicas cuando salieron al aire libre.
-Parece que va a llover -comentó Peter.
-Vamos a la cúpula de observación -propuso James.
-Si vamos -dijeron los otros.
La cúpula era una gran estructura con techo de vidrio que se encontraba en la cima de la torre de astronomía. Era la construcción que servía de sala de clases. Poseía un nivel inferior, con pizarra, bancos, sillas y estanterías con objetos, mapas y libros, y un nivel superior, tipo ático, con varios y extraños telescopios desde los que se podría haber observado los astros en una noche clara.
-Hagámoslo arriba -sugirió Lily-. La vista es espectacular.
-Siiiii -se animó Marta-. ¡A-rri-ba! ¡A-rri-ba! ¡A-rri-ba!
-¿Prefieres arriba, Martita? -se rió Sirius. James y Remus lo miraron y soltaron una carcajada. Ella los miró unos segundos sin entender. De pronto, se puso colorada.
-¿Y a ti que te importa? -le gritó mientras seguía a Peter y Lily, que ya estaban subiendo y no habían oído la broma.
-Yaaa, cálmate Marta -le dijo James corriendo detrás de ella y poniéndole un brazo sobre los hombros mientras caminaba a su lado-. Era una broma. Disculpa. No me aguanté.
Ella lo miró con el ceño fruncido.
-Es que me la dejaste tan fácil... -se defendió él.
-Les propongo que, sólo por hoy, nadie pelee -sugirió Remus.
-Está bien -dijo Marta riendo.
Los seis se juntaron arriba, y comenzaron a poner las botellas y la comida que habían traído sobre una gran mesa de dibujo (una que usaban para trazar mapas estelares).
Snape, que los había seguido, se quedó abajo escuchando. La lógica le decía que debería volver. Pero ya los había seguido hasta tan lejos...
En cierto modo deseaba quedarse. Por una parte: no tenía sueño. Si volvía a su sala común sería para aburrirse mirando el techo, escuchando los atronadores ronquidos de Nott. Por otra parte, arriba se preparaba una fiesta. Se escuchaban alegres conversaciones y bromas. Deseaba formar parte de eso, aunque sabía que era imposible. Pero quedándose ahí, si se quedaba abajo y no metía ruido, al menos podía escuchar. Siempre sería más divertido que tratar de dormir oyendo los ronquidos de sus compañeros de cuarto. Incluso podía tratar de sacarles alguna bebida, si se descuidaban. Total, ya parecían estar bastante ebrios.
La otra posibilidad que tenía era tratar de que los sorprendieran... Sería muy agradable ver a Black, Potter, Pettigrew y Lupin perdiendo muchos puntos y siendo retados. Pero también se cargaría a las chicas. Martin le daba igual, pero Evans le caía bien. Muy bien. Maldito Potter.
Definitivamente no. Por Evans, no los delataría.
N/A: déjenme un review para saber si les gustó. ¿Qué creen ustedes que ocurrirá? HINT: van a seguir bebiendo... Muahahaha... ¿Quién cree que en Hogwarts son todos los chicos caballeros, y todas las chicas damas? ¬¬ ilusos...
Disclaimer Habitual :-)
Elendil: Celebro que te haya gustado. Lo escribí pensando en ti. Espero que este capítulo te traiga vagos recuerdos de un oscuro pasado
Enya: ¡Eres una verdadera vidente! Bueno, algo de acción hay... Espero que te guste. ¡Ah! Leí tu ff de Harry Potter y me gustó mucho.
Leire: Gracias por tu review. Si, pobre Snape ¿no? Espero que este capítulo y el epílogo también te gusten )
Shagy Sirius: Si, es algo así. Claro que como están encerrados en Hogwarts, no pueden irse a la casa de uno de ellos, ¿no? Así que están obligados a buscar alternativas
Remus Lupin también se divertirá, no te preocupes.
Naiko: No te preocupes, el otro fic lo voy a terminar, al igual que este. Y si, Snape meterá su cuchara en esta historia, pero sin ofender a Remus no te preocupes.
Tema: Re: CTRL + V 
Vie Oct 24, 2008 12:45 am
:P dice:
